Resumen
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A raíz de la detección del SARS-Cov-2 y de que la enfermedad denominada COVID19 llegó a las poblaciones del mundo, los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Protección Ambiental (UNEP) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), determinaron revisar y redefinir las acciones necesarias para que una nueva o imprevista enfermedad no se transforme en una nueva pandemia, afectando la ya golpeada economía mundial.
El enfoque de Una Salud señala la noción de que la salud de los animales, las personas, las plantas y el medio ambiente están indisolublemente conectados.
Muchos países reconocen la importancia y los beneficios de aplicar el Enfoque de Una Salud, que es por definición, multisectorial, multidisciplinaria y busca construir mecanismos nacionales por medio de la coordinación, la comunicación y la colaboración. El enfoque es relevante para fines de seguridad nacional y global. La implementación del Reglamento de Salud Internacional (2005) por la OMS, sumado a los estándares en Salud Animal, Salud Pública Veterinaria, Zoonosis y Bienestar Animal contribuyen grandemente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
Para ello se requiere una preparación altamente efectiva para detectar, evaluar y responder a enfermedades emergentes y zoonóticas. Sin embargo, hay brechas importantes en las capacidades gubernamentales que deben reconocerse y atenderse.