Resumen
- En El Peñón (Bolívar), están establecidos cultivos de piña en un arreglo agroforestal, donde con prácticas tradicionales han producido por cerca de 30 años. Mediante investigación participativa se priorizó junto con productores y asistentes técnicos la condición de déficit hídrico en el suelo como limitante, y se implementó la inducción controlada de la floración y el uso de riego por aspersión, para disminuir la vulnerabilidad del cultivo a tal déficit hídrico. En una parcela de integración se instaló una estación meteorológica, para el registro diario de temperaturas máximas y mínimas y precipitación, información que se utilizó para el cálculo diario de las láminas de riego y de los balances hídricos atmosféricos y agrícolas, corroborando la ocurrencia de déficit hídrico en el suelo. La validación de las opciones tecnológicas incluyó cuatro tratamientos: sin riego y sin inducción (SRSI), sin riego y con inducción (SRCI), con riego y sin inducción (CRSI), con riego y con inducción (CRCI). Se obtuvo 6696, 7320, 8304 y 10080 frutos por hectárea respectivamente, la implementación de las opciones tecnológicas aumentó el porcentaje de fruta grande producida de 27 % (SRSI) a 46,9 % (CRCI) con lo cual se disminuyeron las pérdidas en producción por la condición restrictiva, el peso promedio de fruto aumentó 2,15 veces comparado con las prácticas tradicionales (SRSI) y el número de hojas de 34,3 (CRSI) a 43,7 (CRCI), y se aumentó la rentabilidad de 119 % a 145 %. Adicionalmente, se midieron otras variables como altura de planta (1,57 – 1,62 m), peso de raíces (0,73 – 0,85 kg), grados brix (15,51 – 16,27 °Bx), resistencia mecánica en el fruto (4,21 – 4,68 Mpa), variables que no presentaron diferencias estadísticamente significativas. Palabras clave: déficit hídrico, inducción de floración, riego por aspersión.