Resumen
- El establecimiento de un programa de manejo integrado de plagas en hortalizas debe involucrar las diversas estrategias de control existentes: culturales, biológicas, genéticas, etológicas, físicas para mantener las poblaciones de plaga a niveles inferiores a los que causan daño económico. La población de plagas se incrementa con el desarrollo del cultivo, en Crucíferas se identifican cuatro etapas de desarrollo o fases fenológicas: etapa 1 plántula o fase vegetativa, etapa 2 establecimiento o de desarrollo, etapa 3 fase de cierre de cogollo, etapa 4 fase de formación de cabeza o cabeceo. En la etapa 1 se presentan ataques de: tierreros, para cuyo control se recomienda una buena preparación del suelo, destrucción de los residuos de la cosecha anterior, uso de sebos envenenados, babosas, para cuyo control se pueden usar costales humedecidos colocados en los sitios donde se presume que están atacando, aplicación de ceniza de leña o de cal agrícola, chizas, para el manejo de los cucarrones se recomienda el empleo de la trampa de luz ultravioleta, aplicación al suelo del hongo Matarhizium anisopliae o de la bacteria Bacillus popiliae. En la etapa 2 se presentan ataques de: polilla dorso de diamante para cuyo control se emplean trampas de feromonas, parasitismo por Trichogramma, bacteria Bacillus thuringiensis y el hongo Beauveria bassiana, gusano anillado de las coles en cuyo control se emplea parasitismo por avispas y hongos. En las etapas 3 y 4 se presentan ataques de: polilla dorso de diamante, muque (Copitarsia sp) y Peridroma sp, en cuyo control se emplea el parasitismo, recolección de residuos de cosechas, rotación de crucíferas con otras hortalizas. En la etapa 4 se presentan pulgones para cuyo control se utilizan las aplicaciones de jabones y aceites esenciales