Resumen
- Proyecto de investigación que se ejecutó en fincas estratégicamente ubicadas en la región de pequeños y medianos productores de papa en zonas de ladera, con susceptibilidad de los suelos a la erosión por manejo de labranza tradicional, se estableció, en una primera fase de 15 meses, el sistema de rotación abono verde - papa - abono verde, usando semilla de papa parda pastusa mejorada (básica) y los abonos verdes, avena Caldas, nabo forrajero y centeno. Se inició con una caracterización de los sistemas de producción, de la mecanización y de los aspectos socioeconómicos de la región, además de las características físicas, químicas y biológicas de los suelos, se implementó un sistema de producción conservacionista, consistente en uso de abonos verdes, mínima preparación de suelos a través de únicamente la surcada previa a la siembra del tubérculo, uso de coberturas vegetales mediante los residuos de los abonos verdes, rotación del cultivo de papa con los abonos verdes, desyerba parcial del cultivo y monitoreo de plagas y enfermedades para optimizar el uso de plaguicidas de origen químico. Se evaluaron variables de respuesta en el aspecto productivo, a través de las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, en el aspecto económico a través de la valoración de costos y rentabilidad, y en el aspecto ambiental, evaluación del impacto ambiental por uso de agroquímicos, determinación de pérdida de suelo y agua por escorrentía y reducción de aplicaciones de plaguicidas para control de plagas y enfermedades.;Al finalizar la primera fase se encontró un efecto positivo del sistema de labranza propuesto sobre las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, en el aspecto económico, los indicadores permiten concluir que el sistema es rentable, tanto a nivel privado como social, y en el aspecto ambiental se determinó residualidad de Carbofuran (tóxico) y Mancozeb (carcinógeno), en fuentes superficiales de agua, en el suelo y en los tubérculos de papa. Finalmente, esta tecnología, que incluye mínima labranza, rotación de cultivos, uso de abonos verdes y coberturas vegetales, permite a mediano plazo una protección permanente del suelo, mejorando su estructura, incrementando la fertilidad, mejorando el control de la erosión, mejorando la retención de agua por el suelo, incrementando los rendimientos de producción y reduciendo los costos