Resumen
- La estabilidad en almacenamiento es la capacidad de una formulación de permanecer durante determinado tiempo con unas propiedades físicas, químicas y microbiológicas inalterables (Gennaro; 1995); es un factor indispensable que se debe tener en cuenta en el desarrollo de un bioplaguicida para que en un futuro dicho producto pueda ser comercializado, garantizando su calidad y su efectividad durante su distribución y uso. La evaluación de la estabilidad del bioplaguicida es un requisito de calidad, ya que durante el almacenamiento el principio activo puede sufrir alteraciones debido a factores del proceso de manufactura como el medio de cultivo utilizado para la producción masiva del microorganismo, el proceso de separación, el proceso de formulación y el embalaje del producto. Además, el microorganismo también puede ser afectado por la interacción de éste con los auxiliares de formulación y por las condiciones abióticas de almacenamiento, que incluyen la temperatura, la exposición a la luz, la atmósfera, la humedad relativa e incluso el material y el tipo de envase utilizado (Abadías et al., 2001). Para el caso de los bioproductos a base de baculovirus, es necesario tener en cuenta que la estabilidad microbiológica, fisicoquímica y biológica del producto es principalmente influenciada por el sistema de producción del agente viral que normalmente se realiza en el hospedero, lo que genera contaminación microbiana en la suspensión viral, proveniente de la microflora normal de los cadáveres de los insectos (Lasa et al., 2008). Dentro de las características más sensibles durante el almacenamiento de un bioplaguicida las de mayor importancia son la viabilidad y la actividad biocontroladora. Varios estudios han demostrado que el tiempo y la temperatura de almacenamiento afectan de forma negativa la viabilidad de los microorganismos y por tanto la actividad biocontroladora, generando disminución de la calidad del producto y depreciación de su valor comercial (Chiou y Wu, 2003). Sin embargo, se ha establecido que el almacenamiento a bajas temperaturas y en un ambiente libre de humedad son condiciones que previenen la acumulación de metabolitos tóxicos y la utilización de nutrientes por parte de los microorganismos, logrando mantener durante el almacenamiento la estabilidad de las características microbiológicas, biológicas y fisicoquímicas del bioproducto (Sabaratnam y Traquair, 2002). Quiroga et al. (2011) evaluaron la estabilidad microbiológica, biológica y fisicoquímica de un prototipo de formulación (concentrado emulsionable E) a base del granulovirus VG003 almacenado durante seis meses a tres temperaturas. A 6 ºC y a 20 ºC el prototipo fue estable, con eficacias de alrededor del 60%; comportamiento diferente al presentado en la temperatura de almacenamiento de 28 ºC, en donde el producto fue inestable, puesto que se evidenció una reducción en la eficacia del 20%. Esta reducción fue atribuida a la formación de torta o ‘caking’, la cual posiblemente atrapó y aglomeró algunas partículas virales impidiendo su homogénea distribución en el momento de la reconstitución y, en consecuencia, afectó la dosis aplicada. Con el fin de aumentar la estabilidad bajo condiciones de almacenamiento y garantizar una buena eficacia en campo, dicha formulación se optimizó adicionando un agente viscosante para evitar la formación de ‘caking’. Considerando que la estabilidad de los bioplaguicidas en almacenamiento es un parámetro determinante para su registro y comercialización, y que la formulación original fue modificada para mejorar su vida útil, el objetivo del presente estudio fue evaluar la estabilidad microbiológica y biológica del concentrado emulsionable (EC) optimizado a base del aislamiento VG003 de granulovirus, almacenado a tres temperaturas diferentes durante 10 meses.