Se evaluó un conjunto de 26 variables físicas, químicas y biológicas en condiciones de bosque y cultivo de mora (Rubus glaucus Benth) en seis localidades del norte del Departamento de Caldas. Se realizó un análisis estadístico factorial de componentes principales, en el cual el bosque representó condiciones de suelo prístino. Se realizaron correlaciones entre las variables físicas, químicas y biológicas, y se determinaron los modelos de mayor ajuste. Se calcularon los índices biológicos de riqueza, uniformidad y diversidad. Como indicadores de calidad dinámica se identificaron la estabilidad estructural, las familias de artrópodos y el contenido de Calcio y Manganeso. Estas variables se calificaron en un rango de valores de 1 a 5, desde el menos deseable al más deseable, en relación a los procesos del suelo y la capacidad para ejecutar la función productiva. Se estableció un conjunto mínimo de nueve variables indicadoras de calidad del suelo evaluadas mediante un índice acumulativo de calidad del suelo (IACS). Se encontraron diferencias significativas de (IACS) en los sistemas de bosque y cultivo de mora. Se encontró una pérdida significativa en la estabilidad estructural del suelo en sistemas de manejo intensivo del suelo. La macroporosidad presentó tendencia a aumentar en el agroecosistema de mora, hecho posiblemente asociado a características propias de los suelos volcánicos, particularmente a aquellas asociadas a procesos ocasionados por secado bajo condiciones de labranza intensiva con azadón. Se concluyó que las familias de artrópodos son sensibles a la degradación del suelo y constituyen un indicador biológico promisorio de calidad del suelo. Por el contrario, los índices de diversidad presentaron baja sensibilidad. Se encontraron funciones de edafo-transferencia con ajustes significativos entre saturación de bases y familias de artrópodos, saturación de bases y pH, materia orgánica y capacidad de intercambio catiónico, aluminio y materia orgánica, y entre densidad aparente y humedad disponible.