Resumen
- Melanoloma viatrix Hendel (Díptera: Richardidae), es un insecto denominado mosca de la piña o gusano del fruto, por los agricultores de la zona de producción de Lebrija y Girón (Santander). Es una mosca cuyas poblaciones se han incrementado significativamente a partir de 1993, en las áreas productoras comprendidas entre 800-1200 m.s.n.m. Las larvas se alimentan del fruto de la piña provocando daños en la calidad y producción; las pérdidas se calculan en más de 25.000 millones de pesos por ciclo de cosecha. Para afrontar el problema de la "mosca de la piña", en Santander, Corpoica lideró un grupo de trabajo técnico para desarrollar el proyecto de investigación denominado "Manejo y Control Integrado del gusano de la piña", con el objetivo de obtener conocimiento sobre la biología, ecología y comportamiento del insecto plaga, las cuales son herramientas muy útiles para relacionarlas con el desarrollo fenológico del cultivo y las condiciones del agricultor y de esta manera generar un manejo racional del insecto, integrados dentro de un plan. El proyecto de investigación contempla los aspectos de ciclo de vida, reconocimiento de enemigos naturales, hábitos, atrayentes, comportamiento, medidas alternativas de manejo y estrategias MIP, con énfasis en control cultural y físico. Los estudios bilógicos se llevan a cabo mediante observación directa de la especie bajo condiciones de campoy mediante experimentación en laboratorio en condiciones controladas (24 grados centígrados - 79 por ciento humedad relativa). Además se establecieron experimentos en fincas de agricultores para evaluar los diferentes atrayentes (color y alimentación), usando el diseño experimental de bloques completos al azar, con cuatro repeticiones y 4-5 tratamientos incluyendo el testigo. Para cada uno de los estados biológicos, se calculó el promedio de duración en días, la desviación estándar y el coeficiente de variación., En los experimentos, para evaluar los atrayentes y el control físico, se realizó el análisis de varianza y pruebas de comparación. La duración en días de los estados biológicos fue: huevo, 5.0 más 0.761; larva, 15.7 más 0.758; prepupa, 2.1 más 0.384; pupa, 15.0 más 0.502 y adulto, 8.0 más 0.504. La duración total fue estimada en 45.8 más 2.9 días. Las longevidades de macho y hembra fueron iguales, 8 más 0.5 días, la relación de sexos fue 1:1.5 macho : hembra. La viabilidad de los huevos fue del 96 por ciento. Los hábitos de oviposición son diurnos, especialmente hacia las primeras horas de la mañana y al final de la tarde, evitando los rayos de sol; también es frecuente observar la plaga en el campo durante los días opacos. La hembra oviposita preferencialmente en los tercios superior e inferior del fruto, en la cámara floral del frutillo en la época del llenado y cosecha del fruto. La larva abandona el fruto aproximadamente a los 15 días y se encierra en el suelo para empupar, de donde emerge el adulto, el cuál después de la cópula infestará nuevos frutos. Los cultivos intercaldos, la presencia de malezas dentro del cultivo, el uso de gallinaza fresca como práctica de abonamiento, y las socas abandonadas, favorecen la presencia y proliferación de esta mosca. Se identificaron hongos Fusariumoxisporus, Mucor ssp, Aspergillus flavus y las bacterias Yersinia Kristensenii, Enterobacter cloacae, con posibilidades de biocontrol. De acuerdo a los resultados obtenidos de los estudios sobre biología, ecología, hábitos y comportamiento de Melanoma viatrix Hendel, del conocimiento de la fenología del cultivo y de las condiciones técnicas, económicas y sociales del agricultor, las alternativas para el manejo integrado de esta plaga se orienta a: minimizar aquellos factores que predisponen su presencia, como un eficiente control de malezas, no establecer cultivos intercalados dentro de los lotes de piña,, evitar el uso de gallinaza fresca como práctica de abonamiento, destrucción de socas, monitoreo de niveles de población de la mosca mediante el uso de trampas cubocónicas y atrayente de estiércol de cerdo. Interrumpir el ciclo de vida de la plaga, utilizando el control físico, lo cual se consique mediante el embolsado de los frutos a partir de 530 días después de la siembra. Un caso relevante de control físico es el uso de calor solar para desinfectar el suelo. Este proceso denominado solarización, ha dado buenos resultados en el combate de enfermedades y malezas (Navarro et al 1991). Los frutos obtenidos mediante la técnica de "embolsado" serán totalmente sanos, sin contaminación por insecticidas, de muy buena calidad, presentación, y mayor precio en el mercado, lo cual se constituye en una tecnología sostenible y competitiva.