Evaluación de cultivares de pimentón por su comportamiento agronómico y calidad poscosecha. Ciclo 1 Report uri icon

Resumen

  • La producción de hortalizas en Colombia se basa en la denominada agricultura convencional con alta demanda de insumos y bajo control en los riesgos asociados a este tipo de producción. En hortalizas los sistemas de producción actuales no permiten obtener un producto inocuo y de calidad. La falta de alternativas tecnológicas hace que al sistema de producción muy dependiente de insumos como los plaguicidas a la producción de hortalizas. Los riesgos asociados a este sistema se incrementan cuando el producto cosechado y eventualmente consumido es precisamente el de las estructuras que pueden ser tratadas directamente en campo con las sustancias tóxicas. Aunque los cultivos protegidos son de alta rentabilidad y productividad su sostenibilidad se basa en la aplicación de tecnologías sostenibles. JUSTIFICACIÓN Las hortalizas son parte integral de la dieta de la población mundial. Se tiene conocimiento que estas especies son excelentes fuentes de vitaminas, sales minerales, sustancias antioxidantes, vitamina C y β-caroteno, además de proporcionar compuestos que previenen enfermedades cancerígenas, como los licopenos abúndate en hortalizas como el tomate (Moretty, Mattos, 2009). A pesar de estas marcadas bondades, el consumo de hortalizas en Colombia es de aproximadamente 38 kg/persona/ año, cifra que es muy distante del consumo mínimo, 146 kg/persona/año, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (Vallejo y Estrada, 2004). La producción de hortalizas en Colombia se caracteriza por una marcada informalidad en la producción lo cual no permite tener un aseguramiento de la calidad del producto en cuanto a su inocuidad. El modelo agronómico de producción es altamente dependiente de insumos externos entre ellos los plaguicidas. Otros componentes de la producción atentan contra la inocuidad, excesiva fertilización, uso de agua de mala calidad. Adicionalmente los procedimientos de aplicación de sustancias peligrosas no se acatan. Según los datos reportados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE (2011) en Colombia para este año se establecieron en total 6.941 hectáreas en tomate, en las cuales se alcanzo una producción de 259.104 toneladas con un rendimiento promedio de 37,5 t/ha. El pimentón es una de los cultivos más indicados para ser establecidos en ambientes protegidos. En invernadero permite una prolongación del periodo de cosecha, se mejora la calidad de los frutos, se protege de los vientos y la precipitación y se aumenta la eficiencia de los controles contra plagas y enfermedades (Lorentz et al. 2005). La productividad de las hortalizas debe incrementarse para aumentar la sostenibilidad del sistema a lo cual la agricultura protegida aporta como en el caso de pimentón al incrementar de 19 a 70 ton/ha (Jaramillo y otros 2012). La inocuidad de los alimentos consumidos es una preocupación diaria en todo el mundo. Cada vez más la población entiende que salud está altamente relacionada con el alimento que se ha consumido. La adopción de tecnologías de producción limpia durante el ciclo de cultivo y poscosecha de tomate y pimentón bajo cubierta, debe permitir la reducción significativamente la presencia de contaminantes de origen químico, físico y biológico; permitiendo al productor llegar al mercado con un alimento más saludable, libre de contaminación y con el cual se ha generado el menor impacto posible sobre el medio ambiente (Moretty, Mattos, 2009). Existen alternativas sostenibles para las limitantes de cultivo que son compatibles con los modelos de producción limpia y que requieren ser ajustados bajo condiciones de producción comercial para su incorporación en estos modelos. Como el control del cogollero del tomate basado en el parasitoide Apanteles gelechiidivoris (UMNG 2011)

Fecha de publicación

  • diciembre 2013