Resumen
- Para una producción agrícola sostenible, rentable y eficiente es imprescindible el uso de semillas de calidad. La calidad se evalúa en cuatro dimensiones: física, fisiológica, genética y sanitaria, todas ellas determinantes para el rendimiento de los cultivos junto con los factores ambientales y de manejo en campo (Gómez et al., 2021). La calidad sanitaria se refiere a la presencia de plagas o enfermedades en la semilla, causadas por hongos, bacterias, nematodos y virus (Farrás, 2018). De estos, los hon-gos constituyen el grupo más grande entre los patógenos transmitidos por semillas. Muchos patógenos fúngicos las infectan durante su desarrollo y maduración, lo que disminuye tanto su rendimiento como su calidad, al limitar o inhibir la germinación y la emergencia de las plántulas (Hernández et al., 2007). Por ello, resulta crucial identificar los hongos presentes en la etapa de poscosecha de la producción de semillas de arroz, maíz, soya y sorgo. Estas especies no solo son fundamentales como fuente de alimento directo para los humanos, sino también para la alimentación de animales domésticos, desempeñando así un papel significativo en la seguridad alimentaria y nutricional.