Resumen
- En el siglo XXI, los líderes de la agricultura deben enfrentarse a nuevos y complejos desafíos, tales como afrontar el cambiante papel que la agricultura desempeña en el desarrollo, lograr un equilibrio entre la seguridad alimentaria y las preocupaciones ambientales y encontrar respuestas a la seguridad energética. Al enfrentar dichos retos en el ámbito local, los líderes deben actuar teniendo en cuenta una visión global, que les permita lograr un equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental de la agricultura. Además, sus acciones siempre deben guardar congruencia con su discurso, ya que liderar con el ejemplo es la característica que más se admira en un agrolíder. El IICA tiene plena conciencia de que es necesario fortalecer el liderazgo entre los jóvenes profesionales y los productores de las Américas. Para ello, mediante su Centro Hemisférico de Liderazgo en Agricultura, ha venido desarrollando en forma participativa una metodología dirigida a aumentar la capacidad de influir positivamente en los tomadores de decisión, para que comprendan que es necesario fortalecer el sector agropecuario, lo que sería esencial para contribuir eficazmente a combatir la pobreza y a impulsar el desarrollo. A través de la aplicación de la metodología, se busca fortalecer los valores, desarrollar la confianza, mejorar las capacidades de negociación y promover el compromiso, la escucha empática y la comunicación efectiva, entre otros factores. La primera etapa del proceso de elaboración de la metodología consistió en identificar y revisar materiales sobre el tema, lo que sirvió para elaborar una primera versión. Esta se ha venido presentando en foros de liderazgo agropecuario en que han participado más de 2000 jóvenes profesionales y productores líderes de los 34 países miembros del IICA, los cuales permitieron validar la metodología. Esta publicación contiene los diez módulos de la metodología, cada uno de los cuales ofrece herramientas que permiten mejorar las capacidades de liderazgo en un tema específico. Esperamos que esta metodología, aplicada en un ambiente que propicie la formación de equipos, la integración de redes de trabajo y la creatividad, se convierta en un instrumento de utilidad para fortalecer las capacidades de liderazgo en las áreas rurales de las Américas.