Resumen
- Baja productividad y rentabilidad; altos costos de producción; y fuerte dependencia de agroquímicos fueron problemas encontrados en la producción de tomate en el occidente de Guatemala. En el marco del Programa Consorcios Regionales de Investigación Agropecuaria (CRIA) se validó y difundió la tecnología de bokashi, un abono orgánico que hoy les permite a muchas familias que producen tomate bajo invernadero con fines comerciales obtener mejoras en calidad y productividad. Sus protagonistas nos cuentan los detalles.