Resumen
- Los combustibles de aviación sostenibles (SAF), también conocidos como combustibles biojet, pueden reemplazar o complementar los combustibles de aviación convencionales, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a lo largo del ciclo de vida del producto. Estos se derivan de materias primas biológicas o no fósiles, como aceites y grasas, azúcares y almidones, y material lignocelulósico. Nueve rutas tecnológicas aprobadas por ASTM pueden modificar moléculas de biomasa para cumplir con las especificaciones de producción de biocombustibles para aviación. La única ruta a escala comercial actualmente disponible son los ésteres y ácidos grasos hidroprocesados (HEFA) producidos a partir de aceites y grasas, y se estima que será predominante durante los próximos diez a quince años. Se espera que otras tecnologías, como el queroseno parafínico sintético de Fischer-Tropsch (FT-SPK), el queroseno parafínico sintético de conversión de alcohol en reactores (ATJ-SPK) y el combustible para reactores de hidrotermólisis catalítica (CHJ), generen volúmenes comerciales de biojet para 2025. SAF representa el 65% de los ahorros de emisiones en los objetivos de descarbonización de la industria de la aviación internacional para 2050. Para desarrollar una industria SAF masiva que produzca un estimado de 449 000 000 m3 para 2050, se requieren inversiones significativas, compromiso del sector privado y políticas públicas. El desarrollo de políticas regionales y globales es fundamental para desarrollar nuevos mercados y complementar la institucionalidad pública nacional/estatal.