Resumen
- La palma de aceite es un commodity entre los cultivos oleaginosos que provee el aceite vegetal más utilizado en el mundo. Sin embargo, este cultivo ha estado en el centro de la controversia ambiental debido a los efectos de su reciente expansión. En Colombia, a diferencia del Sudeste Asiático, la expansión del cultivo de palma de aceite se ha producido en tierras previamente transformadas o utilizadas bajo otro sistema productivo, por lo que sus consecuencias ambientales son considerablemente menores. Para confirmarlo, se describió el sistema productivo colombiano a través de la compilación de diversos estudios relacionados con el balance de carbono, la huella hídrica y la conservación de la biodiversidad. Los resultados de este análisis señalan que el agroecosistema de la palma de aceite en Colombia es similar a un bosque, no solo por su naturaleza perenne, sino también por su respuesta ecofisiológica a escala de ecosistema, sobrepasando incluso los niveles de fotosíntesis, producción de oxígeno, acumulación de biomasa y carbono. Adicionalmente, la evidencia muestra que la palma de aceite en Colombia no reemplaza (ni reemplazó) bosques tropicales, tiene un impacto reducido sobre el agua y el aire y no agota la biodiversidad. Por el contrario, este cultivo es muy eficiente en el uso y consumo de agua, por lo que su huella hídrica es menor con respecto a otros cultivos. Además, cuando ocurre en conjunto con áreas de bosque natural u otras con alto valor de conservación, mantiene el flujo de aves y protege la biodiversidad. Este panorama positivo constituye un sistema de apoyo para la construcción de indicadores agroambientales que permitan tomar decisiones respecto a los impactos y la sostenibilidad de prácticas adoptadas bajo esquemas de certificación como el de la RSPO.