Resumen
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En condiciones del trópico húmedo, el manejo del agua de escorrentía producto de las lluvias juega un papel muy importante, en el control de la erosión y de todos los efectos negativos de esta pérdida de suelo. Protegiendo los suelos de nuestras fincas estos se mantendrán produciendo por más tiempo. Dentro de la amplia gama de prácticas del manejo del agua de escorrentía, adoptadas principalmente por los agricultores de ladera con suelos arcillosos dedicados principalmente a la actividad cafetalera, existen dos bastantes comunes que son las acequias de ladera y las gavetas. Las gavetas de infiltración son huecos generalmente rectangulares de poca profundidad, que tienen como finalidad recoger el agua llovida para que se infiltre a través del suelo. Las gavetas deben tener una dimensión de aproximada de 40 cm de ancho x 100 cm de largo y 20 cm de fondo. Por lo general, en estas gavetas también se deposita gran cantidad de sedimento, producto de la erosión de los terrenos, por lo que es necesario estarlos desaterrando de vez en cuando. El material que se recoge hay que depositarlo en la parte inferior de las gavetas. A diferencia de las acequias de ladera, las gavetas no recogen toda el agua llovida, por lo que mucha de esta se pierde ladera abajo, junto con el suelo que arrastra, aterrando caminos y alcantarillas.
Las acequias de ladera son estructuras de control de la erosión hídrica para tierras escarpadas. Se puede construir fácilmente en pendientes de terreno de 10 a 50 % con una profundidad mínima de suelo de 50 cm. Arriba del canal se puede sembrar una barrera viva sencilla a todo el largo a 30-50 cm del borde del talud. En suelos de textura arenosa o limosa este tipo de estructura para la conservación de suelo es menos apropiado para hortalizas que las terrazas de banco. Para la producción de café, cacao o frutales la acequia queda construida entre las hileras de árboles sin reducir el espacio de siembra. Cuando hay exceso de agua que entra al sistema de terrazas de banco se construye una acequia de ladera en la parte superior de las terrazas para desviar el agua y proteger los bancos contra la erosión.