Resumen
- Cyparissius daedalus era considerada una plaga secundaria en el cultivo de palma de aceite en los Llanos Orientales. Sin embargo, el poco monitoreo de la población, el deficiente manejo agronómico y la poca efectividad de las prácticas de control químico, permitieron el incremento acelerado de sus poblaciones, generando un impacto directo sobre la producción. Por ello, se iniciaron estudios tendientes a conocer los hábitos y los factores de mortalidad natural, para la implementación de prácticas de manejo de este insecto. Para este último, se escogieron lotes comerciales de palma, en los cuales se redujo el ciclo de cosecha a ocho días, se mantuvo el ciclo de cosecha de la plantación (15 días promedio) y se realizó la liberación del parasitoide de huevos Ooencyrtus sp. La distribución de huevos y larvas en el área de la corona de la palma mostró que la poda es una práctica importante para el manejo del barrenador. Las evaluaciones realizadas en agosto de 2000 mostraban que el tratamiento ciclo de cosecha de ocho días presentaba un 58,3 por ciento de daño en racimos, el lote donde se hizo la liberación de parasitoides un 60 por ciento y el testigo un 14,2 por ciento. Dos años después de aplicar los tratamientos, en el lote donde se redujo el ciclo de cosecha, el daño en racimos disminuyó al 12 por ciento, en el lote de liberación al 20 por ciento, mientras que el testigo presentó una tendencia a incrementar el porcentaje de racimos afectados (42,5 por ciento). En la actualidad, la plantación ha implementado las prácticas de manejo de este barrenador, ciclos de cosecha entre ocho y diez días, poda semestral, siembra y mantenimiento de plantas nectaríferas, captura de adultos y liberación masiva de parasitoides, lo que ha contribuido a reducir significativamente la población del barrenador.