Resumen
- El mundo no está al borde de una nueva crisis de precios de los alimentos originada en la decisión rusa de suspender temporalmente sus exportaciones de trigo a causa de la sequía o en las inundaciones en Pakistán, China y la India, como algunos analistas vaticinaron,. Sin embargo, los acontecimientos de las últimas semanas sí debieran llamar la atención sobre la volatilidad de los precios y el creciente impacto de los factores climáticos en la agricultura y en la seguridad alimentaria. Sólidos argumentos técnicos permiten interpretar que el actual nerviosismo en los mercados se traducirá en un incremento de precios de corto plazo atribuido principalmente a compras de pánico y a la respuesta de algunos países de restringir las exportaciones, pero tales cambios en los precios internacionales no llegarán a transmitirse a los mercados locales.